Damos por sentada la tecnología y muy pocas veces nos detenemos a pensar en su impacto en nuestras vidas. Sin embargo, si nos detenemos y reflexionamos sobre ello, las implicaciones pueden ser alucinantes.
Solo piénselo: donde quiera que vayamos, con quien sea que interactuemos, cada acción que tomamos se rige por la tecnología. Ya sea que esté chateando en su teléfono inteligente o llamando a un taxi de aplicación, la tecnología ha invadido nuestras vidas en más formas de las que podemos imaginar.
Entonces, la pregunta ya no es cómo la tecnología ha cambiado nuestras vidas, sino hasta qué punto hemos permitido que nos cambie a nosotros. Hoy vamos a hacer un recorrido por el panorama tecnológico, pasado y presente, y nos esforzaremos por comprender su impacto.
Vámonos.
Para comprender el alcance total de cómo la tecnología ha cambiado nuestras vidas, debemos hacer un viaje por el camino de la memoria y terminar en los albores de la civilización. En aquel entonces, herramientas como cuchillos y puntas de lanza se consideraban lo más avanzado (nunca mejor dicho) de la tecnología.
Estas herramientas, que se usaban principalmente para la caza, estaban hechas de huesos y piedras, ya que estas eran las principales materias primas disponibles. Lentamente, a medida que la humanidad comenzó a volverse más compleja, los metales pasaron a primer plano, se descubrió el fuego y se hizo la rueda.
En el transcurso de miles de años, los humanos desarrollaron el transporte, los modos de comunicación y construyeron una civilización que se ha convertido en la especie dominante del planeta. Y todo esto ha sido posible gracias a la tecnología.
Pero desde principios del siglo XVIII, la tecnología dio un giro más rápido. Los innovadores y los científicos comenzaron a producir una maravilla moderna tras otra (piense en la electricidad, los motores y el teléfono) en rápida sucesión. La ciencia comenzó a ser omnipresente y la tecnología, de forma lenta pero segura, estuvo disponible para las masas.
Luego vinieron dos guerras mundiales, y durante este período, a pesar de la devastación global, la tecnología floreció. Y fue durante estas guerras que el mundo vio lo que sería la innovación tecnológica más significativa en la historia de la humanidad.
Aunque la base matemática para el comienzo de la informática se estableció hace dos siglos, fue hacia el final de la Segunda Guerra Mundial cuando se construyeron las primeras computadoras. Con base en los esfuerzos de los científicos de ambos lados del Atlántico (John von Neumann y Alan M. Turing), se le dio a la humanidad el cerebro electrónico.
Fue en esta época cuando Arthur C. Clarke concibió los satélites de comunicación y, por lo tanto, se establecieron las bases para Internet. Con el tiempo y el advenimiento de la tecnología de transistores, las computadoras comenzaron a crecer en potencia y a reducirse en tamaño, hasta que llegó el momento en que se convirtieron en la diversión de la mesa.
Al lado de las computadoras, Internet también comenzaba a tomar forma. Financiado principalmente por el Ejército de EE. UU. (DARPA), ARPANET comenzó a operar en 1969. Es sorprendente pensar que lo que comenzó principalmente como un sistema de comunicación de dos nodos entre UCLA y Stanford hoy ha crecido hasta convertirse en la red más penetrante del planeta.
Finalmente, a medida que entramos en el nuevo milenio, la tecnología informática, lenta pero segura, comenzó a apoderarse de nuestras vidas. Y hoy, no podemos vivir una hora sin alcanzar ese teléfono o revisar las redes sociales. Una vez que comprende cómo las computadoras cambian la forma en que pensamos, se vuelve aterrador contemplarlo.
Imagínese un día sin su teléfono inteligente… ¿puede sobrevivir? Nos hemos vuelto extremadamente dependientes de estos dispositivos para nuestras operaciones diarias. Si bien las computadoras no son más que una herramienta en el arsenal de la humanidad, la tecnología informática ha cautivado al mundo. Las siguientes son algunas formas en que las computadoras han cambiado la forma en que interactuamos con el mundo.
Hubo un tiempo en que para saber algo, tenías que entrar a la biblioteca y pasar las páginas de los libros reales. Hoy, solo preguntamos a nuestros asistentes inteligentes. Ya no nos molestamos en recordar números de teléfono, no pedimos direcciones y nunca tendremos que preocuparnos por perdernos.
La red mundial se ha convertido en una extensión de la mente humana; cada decisión que tomamos hoy tiene que estar respaldada por la evidencia de Internet. Se estima que la web nos expone a más información diariamente de la que podemos procesar. Pero eso no nos impide procesarlo de todos modos.
Si hay un campo que el auge de la tecnología ha revolucionado para siempre, ese es el de la comunicación. Desde el uso de humos y espejos para enviar mensajes, hemos recorrido un largo camino hasta el uso de teléfonos móviles, computadoras, correo electrónico y chat.
Hoy, el mundo es una aldea global conectada por millas y millas de cables que se extienden bajo los océanos a través de la tierra. Hablar con una persona al otro lado del mundo es tan simple como tocar un ícono en una pantalla y enviar datos de un lugar a otro ya no requiere el sistema postal.
Desde la llegada de la televisión, la tecnología ha jugado un papel importante en la industria del entretenimiento. Hoy en día, desde películas en 3D hasta juegos basados en AR (realidad aumentada), el entretenimiento ha sido influenciado por la tecnología para asumir una nueva encarnación.
Los deportes electrónicos ya están jugando un papel más importante en el campo de los juegos, y puede llegar un momento en que los deportes físicos sean reemplazados por completo por juegos virtuales. La tecnología en la nube y las conexiones a Internet más rápidas han simplificado la transmisión de video, y esto ha llevado al surgimiento del entretenimiento personalizado bajo demanda.
La educación es otra parte de nuestras vidas que la tecnología ha cambiado, y quizás para mejor. La información ya no es dominio de las grandes instituciones y los libros están siendo reemplazados por sus equivalentes electrónicos.
La educación escolar y universitaria se complementa hoy con cursos en línea, MOOC (Cursos en línea abiertos masivos) y certificaciones. Los estudiantes pueden usar las redes sociales y los foros en línea para discutir problemas con sus compañeros y usar herramientas en línea para impulsar futuras innovaciones.
Hubo un tiempo en que los carruajes tirados por caballos eran la marca de la aristocracia. Luego vinieron los automóviles y los trenes, y hoy solo paramos un Uber. De hecho, con la llegada de los coches autónomos, la tecnología ha dado otro salto en una dirección positiva.
Los mejores algoritmos de conducción están trabajando para crear una experiencia más segura en la carretera, los motores más rápidos están reduciendo el tiempo que necesitamos para viajar y la llegada del Hyperloop puede cambiar la forma en que hemos visto el transporte hasta ahora. En pocas palabras, se puede decir que la tecnología ha sido uno de los principales impulsores del transporte.
El problema es que la tecnología no ha sido todo sol y arcoíris; también ha habido impactos adversos significativos de la tecnología en nuestras vidas. Desde dolencias físicas hasta aberraciones psicológicas, echemos un vistazo a algunos efectos del lado oscuro de la tecnología.
Ya hemos visto cómo las computadoras mejoran nuestra forma de pensar. Pero también han tenido impactos negativos significativos en nosotros. Para empezar, la avalancha de información que tenemos que procesar todos los días ha reducido nuestra capacidad de atención. Ya no podemos concentrarnos en un tema específico durante períodos prolongados. Esto nos ha vuelto impacientes y, hasta cierto punto, impertinentes.
Así como la tecnología ha permitido a la ciencia médica traspasar nuevas fronteras, también ha hecho surgir algunas enfermedades modernas. El insomnio, la cibercondría y la nomofobia son solo algunas de las muchas dolencias actuales que son consecuencia directa de la dependencia tecnológica llevada a extremos indeseables. Estas son condiciones graves que, a menos que se traten a tiempo, pueden provocar complicaciones peligrosas.
Este es quizás el impacto más notorio de la tecnología en la historia. El auge de Internet, junto con la naturaleza omnipresente de la tecnología informática, ha creado una nueva generación de delincuentes. Y no están listos para abandonar su nuevo territorio: Internet.
Estos delincuentes se esconden en las oscuras profundidades del ciberespacio, esperando para atacar y retirarse en cualquier momento. Esto los ha convertido en el flagelo del terreno digital. Y con las tecnologías disruptivas que salen a la luz todos los días, es difícil para las autoridades seguir el ritmo de estos delincuentes. El delito cibernético cuesta a las empresas millones de dólares al año en daños, y eso es solo la punta del iceberg.
Finalmente, se puede decir con seguridad que la tecnología ha dado forma a la vida humana tanto como nosotros hemos dado forma a la tecnología, quizás más. Y si las tendencias son algo por lo que guiarse, apenas hemos comenzado.
Con los rápidos avances en IA, visión por computadora y análisis predictivo, los humanos están en la cúspide de una revolución de datos que muy bien puede cambiar la forma en que percibimos e interactuamos con la realidad. Hasta cierto punto, ya nos hemos entrelazado inextricablemente con la tecnología. Quizás el futuro traiga fusiones más literales del hombre y la máquina.
Ahora, si eso va a ser para bien o para mal, ¡es algo que solo el tiempo dirá!